Si se quieren ir, que se marchen ya
El Reino Unido ha decidido en el referéndum del pasado 23 de junio abandonar la Unión Europea con una participación del 72,2% y unos resultados de 52 a 48 a favor del leave. En torno a las 5 o las 6 de la mañana se conocían unos resultados que solo consiguieron dividir aún más a un país ya de por sí profundamente dividido. Un 3,8% de los votos, lo que solo representa 1.269.501 votos, inclinó la balanza hacia el leave. Cabe destacar que el líder del partido de ultraderecha UKIP (que no es otra cosa que el United Kingdom Independence Party, o Partido por la Independencia del Reino Unido) Nigel Farage dijo el mismo día de las elecciones que si la diferencia era de cuatro puntos el asunto no estaría zanjado, y fue él quien la mañana de 24 “Proclamó la Independencia”. Escocia por su parte se queja, y con razón, de que durante la campaña para el referéndum sobre su propia permanencia en el Reino Unido el principal argumento de Londres para que no se fuesen fue que se quedarían fuera de la Unión. Ahora, y a la espera de que el próximo Primer Ministro invoque el Articulo 50 del tratado, están dentro del Reino Unido y debajo del marco de las puertas de Europa. Tampoco se hicieron esperar las quejas de Holyrood y de la Ministra Principal de Escocia, que ya reclaman un segundo referéndum de independencia para Escocia con el principal argumento de que ahora se quedan fuera de la Unión pese a que el no a abandonarla ganó con un margen del 24%. Difícil lo tiene Irlanda del Norte si no hay un buen acuerdo sobre su frontera con la República. También hay voces críticas con el Reino Unido que ya piden un referéndum para la unificación de la isla esmeralda, donde también ganó la opción de permanecer con más de un 10% de margen sobre el dejar la Unión. Más, siendo claros, jodido lo tiene Gibraltar que pese a tener una participación bastante superior al 80% y la opción de permanecer ganar a la opción de abandonar la Unión por una diferencia de más de 90 puntos podría tener que acompañar al resto de sus conciudadanos ingleses en proceso que surja de lo abstracto del artículo 50. Aunque Picardo, el Ministro Principal de Gibraltar, ya ha dejado claro no solo que no contemplan pasar a ser parte de España sino que las propuestas de cosoberanía que ha hecho España las considera casi amenazas.
Si hubiera sido la población joven la que hubiera inclinado la balanza hacia este resultado no sería tan bochornoso como es el hecho de que hallan sido los ancianos, que ya tienen resuelta su vida, los que han arrastrado a los jóvenes que quieren un futuro mejor. Sus nietos ya no podrán ir a trabajar a Alemania o Finlandia sin necesidad de visados y en las mismas condiciones que los locales. Y lo que es más importante ya no podrán ir a las universidades españolas con el programa Erasmus a emborracharse como los que más. ¿O sí? Todo depende de las condiciones que la Comisión Europea ponga y acepte sobre las relaciones futuras con el futuro ex miembro de la Unión, que para ser justos debería salir sin condición ventajosa alguna y negociar tratados económicos, de transito, sanitarios (para sus ciudadanos en la Costa del Sol, que no son pocos) siendo ya un país exterior y sin ventaja alguna diferente a la de cualquier tercer país. Pero señoras y señores, todos sabemos que la Unión se va a bajar el pantalón no hasta la rodilla, sino hasta los tobillos para aceptar cualquier exigencia de un Reino Unido que ya no estaría en condiciones de poner ninguna y que todo hace prever que su querida City perderá millones, además de dejar de ser uno de los centros económicos de la Unión. ¿Quién asumirá el papel de la bolsa y economía londinenses ahora? Como no, todo hace parecer que será Frankfurt y la gran y poderosa Alemania.
La primera víctima política del referéndum no tardó mucho en llegar, fue el Primer Ministro David Cameron que pocas horas después conocer los resultados hizo pública frente al número 10 de Downing Street que en los próximos meses presentaría su dimisión (tras conocer quien será su sucesor en el liderazgo del Partido Conservador.
